Zaragoza, 23 de Septiembre de 2021
Ante la propuesta de reforma de la Ley Orgánica 2/2010 del 3 de marzo sobre
salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo, en la que se
propone incorporar el concepto de “violencia obstétrica”, la Asociación de
Ginecología y Obstetricia Aragonesa queremos expresar nuestro profundo pesar y
rechazo.
El término “violencia” implica intencionalidad y voluntad de producir un daño.
Esto es incompatible con nuestra vocación y dedicación constante, que no es otra que la de mejorar la salud y la calidad de vida de las mujeres.
El, en nuestra opinión, desafortunado término de “violencia obstétrica” puede suponer que se identifique al profesional sanitario como agresor, pudiendo igualarse incluso a un maltratador, algo que consideramos inmerecido e inaceptable.
Pueden existir en la asistencia al parto, como en cualquier otro escenario
sanitario, situaciones afortunadamente infrecuentes de mala praxis. Estos actos de
responsabilidad de los proveedores de salud deben seguir los mismos cauces
legales, para denunciar estas situaciones, que ya están establecidos en el ámbito
de la sanidad y se rigen por los órganos competentes. Por otro lado, creemos
importante señalar, que no se debe caer en la confusión de identificar la mala praxis con las expectativas no cumplidas.
En las últimas décadas, los avances médicos, el esfuerzo y la dedicación de los
profesionales han conllevado una notable disminución en la morbimortalidad
materna y fetal. Y en esa línea seguimos aunando nuestro afán y trabajo para lo
cual, estamos en constante formación.
Pero también tenemos capacidad de autocrítica. Sabemos que la relación
médico-paciente ha ido evolucionando con los años y con la sociedad. Por ello,
estamos abiertos a adaptarnos a la evolución social de la percepción de la
maternidad. Somos conscientes de que el parto va más allá de los aspectos
sanitarios. Es una experiencia única y trascendente para una mujer y para una
pareja y por ello, intentamos ser sensibles en conciliar las dimensiones científicas
y personales.
Nos ponemos a merced de las autoridades sanitarias y agentes sociales con el
objetivo de lograr entre todos alcanzar una experiencia acorde a las expectativas
de las mujeres en su parto, sin menoscabar la seguridad jurídica para nuestros
profesionales.
Expresamos para finalizar nuestro compromiso, empatía y respeto a las mujeres
que son el verdadero fin y el sentido de nuestra profesión.
Domicilio social
Ilustre Colegio Oficial de Médicos
Paseo Ruiseñores 2. 50.006 Zaragoza